EL REY, LA PRINCESA Y EL FOTOGRAFO

Harry Winston, Carolina de Mónaco y Patrick Anson Lichfield, conde de Lichfield son los protagonistas de esta anécdota.

De acuerdo, preferiría esmeraldas.
Me encanta, me hace mucha ilusión hacer estas fotografías. Del otro lado del teléfono S.A.S. la princesa Carolina de Mónaco reacciona espontáneamente a la propuesta de Albano Bochatay.
Estaré quince días en Estados Unidos. podríamos quedar en Nueva York el 31 de Marzo, pero tengan en cuenta que a las 19 hs. tomaré el avión a París.

Aquel día por la mañana llamamos al Regency. Acababa de regresar en coche de Filadelfia., la noche anterior. Sin embargo estaba lista para la sesión.

Ya en el estudio se abandona a la maquilladora. Podría tomar un café por favor?
Una cosa más, no he traído ropa. El pánico se apodera del estudio, pero una cortina salvará la situación. Genial es mucho más agradable lucir las joyas con los hombros desnudos.

El peluquero da su último toque. Lichfield cámara en mano decide un fondo blanco.

Carolina se despoja de sus joyas personales , las esmeraldas y los brillantes acariciarán su piel.Al mirar el collar expresó maravillada es verdaderamente precioso!!!

Diez minutos más tarde y luego de una hora de preparativos Patrick finalizó. En tan solo tres minutos Carolina se cambió y se despidió de todos con un rápido saludo.

Al día siguiente el NEW YORK POST titulaba”¿Que hacía Carolina en Broadway?”

Nunca lograron averiguarlo.

THE KING, THE PRINCESS, AND THE PHOTOGRAPHER

Harry Winston, Caroline of Monaco, and Patrick Anson Lichfield, Earl of Lichfield are the protagonists of this anecdote.

Okay, I would prefer emeralds.

I love it, I am very excited to take these pictures. On the other side of the phone S.A.S. Princess Caroline of Monaco reacts spontaneously to Albano Bochatay’s proposal.

I will be in the United States for two weeks. We could meet in New York on March 31, but keep in mind that at 7 p.m. I will take the plane to Paris.

That morning we called the Regency. I had just driven back from Philadelphia the night before. However, I was ready for the session.

Already in the studio, we left the make-up artist. Could I have a coffee, please?

One more thing, I didn’t bring any clothes. Panic takes over the studio, but a curtain will save the situation. Great, it’s much nicer to show off the jewelry with bare shoulders.

The hairdresser gives his final touch. Lichfield camera in hand decides on a white background.

Carolina strips off her personal jewelry, emeralds, and diamonds will caress her skin. As she looks at the necklace she expressed wonder it is truly gorgeous!!!!!

Ten minutes later and after an hour of preparations Patrick finished. In just three minutes Carolina changed and said goodbye to everyone with a quick hello.

The next day the NEW YORK POST headlined, “What was Carolina doing on Broadway?”

They never did find out.