TODAY 50 YEARS AGO
Por lo general, no soy de colocar post o escribir en el blog, guiándome por las fechas, pero hoy es distinto, y es porque enseñaré la famosa pulsera de pedida de María del Carmen Martínez-Bordiú y Franco, entregada por su primer marido, Don Alfonso de Borbón Y Dampierre, o (Borbón Segovia) como parece ser que el rey Alfonso XIII mandó a inscribirlo en el “Almanach du Gotha”.
Aquel 23 de diciembre de 1971 el Palacio del Pardo, era un hervidero.
En un principio se había pensado realizar la pedida el día 24, pero se decidió adelantarla un día dado que la prensa debía de cubrir tan magno evento.
A medida que se acercaba la hora, se revelaban los secretos, entre ellos el vestido.
Miguel Rueda, el gran modisto granadino, vestía desde hacía tiempo, a doña Carmen, más exactamente, desde que durante una visita a una fábrica textil de Barcelona, le regalaron una pieza de 100 metros de seda.
El modisto, vivía enfrente al edificio de la calle Hermanos Bécquer, la marquesa y su hija, se presentaron con una bolsa llena de plumas teñidas de color rosa, que habían comprado en Nueva York.
El vestido, “de línea clásica”, cuyo color fue elegido en función de las dichosas plumas, era una creación de alta costura.
Las plumas, se colocaron ribeteando el bajo del vestido, más corto por delante que por detrás.
Poco después de la separación del matrimonio, Miguel Rueda vio el vestido colgado de un clavo en una tienda de ropa usada en el rastro. Eso sí, desplumado. Antes de venderlo, se habían encargado de arrancarle las plumas. De una en una, aunque no valían nada.No eran de marabú, sino de un simple gallo.
Triste final para un modelazo de alta costura.
Peroooo……llegó el momento de ir a lo nuestro.
Numerosos serían los regalos recibido por María de Carmen, de su abuela, un bellísimo anillo de diamantes baguette y de sus padres otro, con un interesante brillante, de unos 2 Cts..
Sin embargo la pieza que se llevó todas las miradas fue el brazalete de pedida que le ofrecerá el novio, una bellísima pieza de estilo art-decó, completamente realizada en brillantes, formada por placas geométricas articuladas.
El valor añadido, el haber pertenecido a S.M. la reina doña Victoria Eugenia, abuela del contrayente.
En las imágenes vemos como María del Carmen y en especial su abuela se mostraban “encantadas” con el regalo.
Perooooo….no todo podía ser tan perfecto, la flamante novia recibiría de manos de su suegra un anillo, con una piedra de interesante tamaño, de corte antiguo y que no dudo, en ponerse para así acompañar el brazalete.
Años más tarde y con motivo de la separación y posterior divorcio, al hacer tasar las joyas, estas no resultaron tener un valor económico interesante, menos el anillo con que la obsequiase, Emmanuela Dampierre, ya que la piedra resultó ser un zafiro blanco.
El zafiro blanco, es una piedra, que si bien refleja una luz fría, plateada, a menudo se la utilizaba años atrás, como una buena alternativa del diamante, por lo general, para confeccionar la copia de un anillo con una piedra de gran valor.
En su momento se comentó que estas dos piezas fueron recibidas por la entonces duquesa de Segovia, de S.M. el rey Alfonso XIII.
De ser así, y quizás por necesidad se reemplazó el diamante por un zafiro blanco, ya que dudo mucho que el rey hubiese dado una piedra de esa calidad a una nuera suya.
Pero no sólo María del Carmen recibió un obsequio, también su prometido tendría el suyo, sólo que en vez de tratarse del tradicional reloj….sería un cuadro de Salvador Dalí, quien recibiría encantado, el encargo del propio marqués de Villaverde, prometiéndole que la pintaría de una manera especial.
Carmen tan solo posó para él un par de veces, en esas ocasiones, la conversación giró sobre lo mismo: “El Culo”.
El hombre tiene las ancas de la fuerza y la mujer el mapamundi del deseo. Lo sólido frente a lo líquido. El culo es la perfección, como el círculo. Representa la unidad, lo absoluto. Es la representación más arquetípica de Dios en la materia.
Muy interesante lo que dice, le aseguro que a partir de ahora solo coleccionaré culos en pintura, cuantos más, mejor!
Harás bien, porque el culo es el centro de gravedad del cuerpo En realidad, lo sostiene y le da equilibrio. Hablando de culos las sesiones fueron fructíferas.
A Dalí se le veía muy inspirado. Después de unos meses, se presentó el cuadro en sociedad. Dalí dijo que Carmen pasaría a la historia montada a caballo. La última pincelada de su cuadro lo dio frente a Las Meninas de Velázquez que Carmen tanto admiraba.
De aquella historia, tan surrealista, sólo nos queda la visión de aquel vestido desplumado en la tienda de un ropavejero.
In general, I am not one to post or write on the blog, being guided by the dates, but today is different, and it is because I will show the famous Maria del Carmen Martínez-Bordiú y Franco engagement bracelet, delivered by her first husband, Don Alfonso de Borbón Y Dampierre, or (Borbón Segovia) as it seems that King Alfonso XIII ordered to inscribe it in the “Almanach du Gotha”.
That December 23, 1971, the Palacio del Pardo was abuzz.
At first, it had been planned to carry out the request on the 24th, but it was decided to advance it one day since the press had to cover such a great event.
As the time drew near, secrets were revealed, including the dress.
Miguel Rueda, the great Granada-born couturier, had been wearing Doña Carmen for a long time, more precisely, since during a visit to a textile factory in Barcelona, they gave him a 100-meter piece of silk.
The couturier lived across the street from the Hermanos Bécquer building, the marquise and her daughter, presented themselves with a bag full of feathers dyed pink, which they had bought in New York.
The dress, “of the classic line”, whose color was chosen according to the happy feathers, was a creation of haute couture.
The feathers were placed edging the hem of the dress, shorter in the front than in the back.
Shortly after the separation of the marriage, Miguel Rueda saw the dress hanging from a nail in a used clothing store on the trail. Yes, plucked. Before selling it, they had taken care of plucking the feathers. One by one, although they were worth nothing, they were not made of marabou, but of a simple rooster.
A sad ending to an haute couture model.
Peroooo …… it was time to do our thing.
Many gifts would be received by María de Carmen, from her grandmother, a beautiful baguette diamond ring and from her parents another, with an interesting diamond, of about 2 Cts.
However, the piece that caught all eyes was the engagement bracelet that her boyfriend will offer her, a beautiful piece of art-deco style, completely made in diamonds, made up of articulated geometric plates.
The added value, having belonged to H.M. Queen Victoria Eugenia, grandmother of the contracting party.
In the images, we see how María del Carmen and especially her grandmother were “delighted” with the gift.
Perooooo …. not everything could be so perfect, the brand new bride would receive from her mother-in-law a ring, with a stone of interesting size, old-fashioned and that I have no doubt, to wear to accompany the bracelet.
Years later and due to the separation and subsequent divorce, when having the jewels appraised, they did not turn out to have an interesting economic value, except for the ring with which he gave it, Emmanuela Dampierre since the stone turned out to be a white sapphire.
White sapphire is a stone that, although it reflects a cold, silvery light, was often used years ago as a good alternative to diamond, usually to make a copy of a ring with a stone of great value.
At the time it was commented that these two pieces were received by the then Duchess of Segovia, from H.M. King Alfonso XIII.
If so, and perhaps out of necessity the diamond was replaced by a white sapphire, since I doubt very much that the king would have given a stone of that quality to a daughter-in-law of his.
But not only did María del Carmen receive a gift, but her fiance would also have his, only that instead of being the traditional clock … it would be a painting by Salvador Dalí, who would be delighted to receive the order from the Marquis of Villaverde himself, promising him that I would paint her in a special way.
Carmen only posed for him a couple of times, on those occasions, the conversation turned around the same thing: “The Ass.”
The man has the haunches of strength and the woman the world map of desire. The solid versus the liquid. The ass is perfection, like the circle. It represents the unit, the absolute. It is the most archetypal representation of God in the matter.
Very interesting what it says, I assure you that from now on I will only collect asses in paint, the more the merrier!
You’ll do well because your ass is the body’s center of gravity. It actually supports you and gives you balance. Speaking of asses the sessions were fruitful.
Dalí looked very inspired. After a few months, he presented the painting to society. Dalí said that Carmen would go down in history on horseback. The last brushstroke of her painting was given in front of Velázquez’s Las Meninas that Carmen admired so much.
From that story, so surreal, we only have the vision of that plucked dress in a clothing store.
